8 feb 2011

Periodistas entre cebollas y la flema inglesa

Hoy estoy que trino. Pero que trino.....por circunstancias de la vida y un companero de profesión bastante solidario he acabado trabajando, de momento por una semana, en un restaurante indio. Al principio me lo he tomado con guasa, a estas alturas no esperaba yo que me ficharan por la BBC, pero conforme pasa el tiempo en este país acabas por aborrecer esa enorme flema británica que nos resulta tan incomprensible a los españoles. El dueno del chiringuito tiene un parecido razonable con Cachuli en sus peores y mas demacrados tiempos mientras que su mujer tiene un parecido aún más cercano con la gemela de las Virtudes que actúa en Escenas de Matrimonio. Ignoro si el destino me los ha presentado as'i caracterizados para que me sienta como en casa....
El trabajo es durillo, no cabía esperar menos, pero me echo unas risas con mi compi que dado que no maneja el inglés da lugar a unas situaciones muy propias de Los Morancos. Yo ejerzo de traductora, pero a veces como hoy, debía haberme callado. Cahuli bis aprovecha la mínima para amenazarnos con el despido, pero todo ello todo lo políticamente correctos que son los británicos....y yo, que hoy llevo 6 días sin pegar ojo por un ataque de insomnio y un enfrentamiento surrealista que dura ya mes y medio con la burocracia inglesa, pues no estaba para tonterías.
Yo intuía que pese a que mi compañero asentía a todo lo que decía Cahuli 2, no se estaba enterando...así que cuando nos han mandado a pelar cebollas (sí, somos así de glamurosos) pues le he dicho "oye, a mi me mosquea que este tío nos est'e amenazando con el despido cada dos por tres". Él, me ha mirado con toda su inocencia gaditana y me ha dicho "pero cuándo nos ha dicho eso?". Me lo temía. Le he explicado los argumentos tiránicos que durante 3 días Cachuli 2 ha esgrimido como causas de despido inmediato (aunque ahora que lo pienso para ello debería haber contrato de por medio....) y él se ha encendido y me ha dicho "cómo? pues cuando sepa hablar un poco mejor ese a mi no me amenaza....".
Me he arrepentido, lo confieso, él era tan feliz asintiendo a los monólogos del dueño del restaurante que quién era yo para sacarlo de su estado de feliz desconocimiento...". A partir de ahora cuando pelemos cebollas dejare que siga en felicilandia...al fin y al cabo muy pronto dominará el idioma y se dará cuenta de que ellos, tras su sonrisa lovely, son capaces de atacarte sin que se les mueva un pelo.

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