A veces el éxito va precedido de una sonrisa y no tiene detrás sólo un duro trabajo, si no la poco común característica de ser uno mismo. De ello da fe un curioso bar de mi ciudad natal, que no cuenta con más aliciente que hacerte sentir como en casa y ubicado en la zona más alejada de la 'jet set' que se pueda imaginar. Podría estar en Marbella o en cualquier pueblo blanco andaluz. Es uno de esos bares sencillos, no más de 40 metros cuadrados, con carta brevísima y modesta, parroquianos de toda la vida, sillas de plástico, olor a fritanga y un 'target' que superaba los 60 años de edad no hace demasiados años. Ahora, centenares de jóvenes conviven con los clásicos y degustan los más diferentes brebajes a un precio más que ajustado. Otro de sus secretos. Pero la personalidad de los dueños, dos generaciones, es lo que realmente te capta de ese sitio del que, en honor a la verdad, he oído la mayoría de las historias por boca de amigos más que vivirlas en sí. Anoche, tuve el honor de volver a ir. Dos consumiciones, una sin alcohol. 2,70 euros. Conversación agradable y divertida garantizada de la mano de los ideólogos de este bar que une generaciones y tendencias. Tras mi banqueta cae en un cubo un chorro de agua helada procedente del aparato del aire acondicionado y que Paquito, detrás de la barra, no ve necesidad urgente de reparar. Ni falta que le hace, cuenta con un Facebook, elaborado por sus fans, que él no se mete en esos berenjenales, que roza los 1000 seguidores.
Era mi segundo intento por ir durante mis vacaciones. El primero de ellos fui a elegir su único día de cierre, pero ello me permitió ver una estampa sólo propia de un restaurante de celebrities o cargado de Estrellas Michelín. Una joven turista de habla inglesa se acercaba callejeando y plano en mano por el Casco Antiguo al 'Bar Francisco'. Tras lamentar su cierre e informar las amigas que le seguían, saca la cámara y echa la pertinente foto a la modestísima fachada. De piedra me quedé, ya quisiera el 'Hard Rock Café'.
'Paquito el Limpio' como se le conoce, hace caja en tiempos de crisis sin más armas que una personalidad entre curiosa e inquietante y la vigilante mirada de su padre, jubilado recientemente de detrás de esa misma barra, pero muy activo aún. Da gusto que aún queden sitios así. Lugares donde sobran los conocimientos de 'nouvelle cousine' o protocolo pero que saben alimentar de una forma más importante el estómago y las risas.
20 ago 2011
4 ago 2011
La desvergonzada visita del señor de bata blanca
Su santidad (en adecuada minúscula) ha decidido honrarnos con su visita de nuevo. Llegará a Madrid el 16 de agosto y revolucionará la capital en pro de unos encuentros con los jóvenes, que efectivamente, deben estar muy perdidos para decidir perseguir a este señor de bata blanca. No sé si existe el cielo, pero no temo quedarme fuera, si Benedicto XVI entra, yo tengo plaza asegurada y en zona VIP y vosotros seáis quienes seáis, también. España va a contribuir con la friolera de siete millones de euros, para que los vocacionales cristianos tengan un lugar donde dormir y comer como Dios manda, sin soltar un euro de su bolsillo. Y luego quieren hacernos creer que hay crisis. Al final Zapatero va a tener razón y no pasamos de una simple ‘recesión económica’. Pero ni aún así se explicaría la falta de vergüenza de la iglesia. La hambruna que sufre África, que no por perenne es menos dolorosa, está alcanzando límites insospechados y día a día conocemos casos que deberían dar que pensar. A quien tenga conciencia. El informativo de hoy narraba el caso de una madre que hace 15 días huía hacia un campo de refugiados con su marido y sus cinco hijos. Hoy la han vuelto a encontrar, con su marido y su único hijo superviviente. Y a ver lo que le dura, porque las caricias y el amor no alimentan. Como tampoco lo hace la mal llamada ‘caridad cristiana’ (extensible a cualquier religión). Cuantas veces voces de todas partes del mundo, han pedido a la iglesia que venda todo ese patrimonio incalculable y siga los preceptos de ese Dios al que dice representar. Siete millones de euros. Se dice pronto. Por una visita. Es insultante y más en una época como la que vivimos, si bien todo lo que pasamos nosotros se queda ridículo en comparación con lo que padece el continente negro. Me temo que no voy a verlo en vida, pero ojalá llegue el día en que la humanidad se revele contra estos chamanes de tres al cuarto que venden ideas de amor, esperanza y paz a cambio de una vida familiar, blanca, masculina, sobria, estoica, célibe, heterosexual y contenida (eso para los ciudadanos de a pie, para conocer SU estilo de vida insto a tirar de hemeroteca). Admiro a aquellos párrocos y monjas que realmente trabajan por y para los demás, que por más equivocados que estén, creen en su iglesia porque representa a su Dios. Pero nada tienen que ver ellos con el despilfarro diario de una entidad que ha manipulado la historia a su antojo, que deja morir de hambre a una madre y su prole que cruza un desierto sin más objetivo que un cazo de agua. Que dilapida billetes con el apoyo de unos Gobiernos que no tienen bemoles para decirle, que si quiere venir de visita venda uno de sus miles de cuadros, por poner un ejemplo y costee la estancia de sus ‘adeptos’. Que besan la tierra que pisa. Que pasan también por alto el sufrimiento de tantos millones de personas. Me revuelve las tripas pensar que este señor y quienes dirige, pueden dormir a pierna suelta.
19 jul 2011
De los vagones a las dunas
"¿Dios mío, por qué me has abandonado?". Eso me entraron ganas de gritar el pasado lunes cuando tras desembarazarme del sueño, el gato y el pijama (que no del calor) me dirigí al metro. Mi estación es de las primeras de la línea así que, aunque me extrañó la baja afluencia de viajeros en hora punta, no le di mucha importancia. Después, conforme pasaba estación tras estación y mi vagón seguía casi vacío comprendí que había llegado el día. Ese día en que literalmente, los madrileños huyen. No hubiera imaginado nunca que esa afirmación escuchada año tras años en casa por boca de mi padre y que aludía a que "en verano Madrid se queda vacía", fuese tan gráfica y clara. Qué bajón. Ellos, tan acostumbrados a asfalto y gran ciudad se me habían adelantado!!. Les tuve envidia, a todos. Los imaginé a pie de playa, disfrutando de la fritura malagueña, bronceándose…
Y me di cuenta de que van a ser dos semanas muy largas. Pero paciencia, la venganza se sirve en plato frío…y cuando todos ellos retomen a sus vagones, yo aún disfrutaré de vistas al mar y brisa nocturna. Me he propuesto salarme tanto como para coger yodo suficiente para el resto del año. Y entonces sí, tras mi break, continuar descubriendo la capital arropada por mejores temperaturas. He dicho.
14 jul 2011
Ismael Serrano - Ahora
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"Ahora...que nadie nos saluda por los bares de Malasaña....es el momento de volver a empezar"
"Ahora...que nadie nos saluda por los bares de Malasaña....es el momento de volver a empezar"
12 jul 2011
Va a tocarme el euromillón!
Curiosamente en mi último post hablaba, entre otras cosas, de ordenadores que se averían. El mío, al menos seis años, enorme y ya antiguo, ha pasado hoy a mejor vida. Pero no, no se ha roto. Es más, nunca lo ha hecho y pensaba seguir con él hasta que se apagase de agotamiento, de no ser por mi secreto. Escéptica como pocos a todo aquello que no sea terrenal y tangible, empecé ayer por la tarde ese libro otra hora bestseller en todo el mundo llamado 'El Secreto'. Apenas llevo 20 páginas, pero esta mañana pensé que era una buena opción para soportar mejor mi trayecto diario de hora y cinco minutos en metro hasta llegar al trabajo. Al menos hablaba de atraer buenos pensamientos, que eso nunca viene mal. El caso es que hacía yo un esfuerzo enorme entre parada y parada por mentalizarme de aquello que leía en sus páginas. "Lo semejante atrae a lo semejante, los pensamientos positivos tienen cien veces más fuerza que los negativos y pueden materializarse, la Ley de la Atracción es poderosa....".
Se lo que pensáis...lo se...pero leed. Tras llegar a la redacción y contra todo pronóstico y con quince minutos de antelación, me han encargado una rueda de prensa a la que en principio debía ir otra persona. Tras una hora de charla, la empresa anuncia que va a sortear un portátil entre los periodistas presentes.
Por una vez en mi vida, me armo de ese momento 'no tengo abuela' que recomienda ferozmente el citado libro y pienso "Me va a tocar a mi porque me lo merezco". Pasan un cuenco con papeles numerados. Dicho y hecho, al abrir el mio éste era el afortunado. He reprimido las ganas de gritar y he puesto cara de seria profesionalidad hasta que he salido de la sala..... que cosas así no pasan todos los días!. Han tenido el detalle de acompañar el regalo de una petaca llena de un licor de 50 grados con el que habrá que celebrarlo!.
Pues oye, por probar no se pierde nada, no?. Pensemos en positivo. Mi próximo objetivo no alude sin embargo al euromillón como indica este título, si no a algo más importante para mi y más privado. Ya os contaré. No me faltan ganas.
Se lo que pensáis...lo se...pero leed. Tras llegar a la redacción y contra todo pronóstico y con quince minutos de antelación, me han encargado una rueda de prensa a la que en principio debía ir otra persona. Tras una hora de charla, la empresa anuncia que va a sortear un portátil entre los periodistas presentes.
Por una vez en mi vida, me armo de ese momento 'no tengo abuela' que recomienda ferozmente el citado libro y pienso "Me va a tocar a mi porque me lo merezco". Pasan un cuenco con papeles numerados. Dicho y hecho, al abrir el mio éste era el afortunado. He reprimido las ganas de gritar y he puesto cara de seria profesionalidad hasta que he salido de la sala..... que cosas así no pasan todos los días!. Han tenido el detalle de acompañar el regalo de una petaca llena de un licor de 50 grados con el que habrá que celebrarlo!.
Pues oye, por probar no se pierde nada, no?. Pensemos en positivo. Mi próximo objetivo no alude sin embargo al euromillón como indica este título, si no a algo más importante para mi y más privado. Ya os contaré. No me faltan ganas.
9 jul 2011
Se nos rompió el amor de tanto usarlo....
Ya lo decía la canción y.... menuda novedad. El amor y el resto de las cosas. Y es que, el comentario de una amiga el otro día, me hizo reflexionar sobre una cuestión tan básica como lógica: todo lo que se usa tiende a romperse. Ella se acercó y me dijo : "la verdad, he acabado los textos como he podido, porque si llamo al informático me la lía, siempre nos echa la culpa y estoy harta de aguantarle broncas, jolines pues si utilizamos los ordenadores todo el día, es normal que den problemas, no?". Me hizo sonreir. Sabía que tenía razón y que además era, como yo, una opositora firme del movimiento ´míralo pero no lo toques'. Una corriente formada por gente a las que presupongo pocas preocupaciones o quizás un exceso de materialismo o apego y que entran en furia si algún objeto se rompe, se avería o se pierde. Soy de natural despistada y como tal he tenido que aguantar muchísimas tonterías a estas alturas de la vida. La mayoría de las veces, la reacción de esta gente, me deja más sorprendida que otra cosa. No nos confundamos, no voy pegándole patadas a las cosas, la ropa me dura siglos y aunque pierdo muchas cosas, casi siempre es entre las cuatro paredes de mi casa. No hablo de propagar el ser un energúmeno. Hablo de que las cosas son eso, ni más ni menos. Si se rompen se reponen, si se averían se arreglan y si nunca les ha pasado nada....es que no sabes disfrutarlas.
5 jul 2011
Catwoman también se derrite
Tenía marcada la máxima para este año de tomarme con el pie derecho las cosas. Pero ésta, la que me ocupa, me está resultando harto difícil, aunque pueda sonar tribial al lado de otras. Durante los últimos meses, he descubierto dos hechos curiosos relacionados con la climatología: el aceite de oliva puede congelarse sobre la encimera de la cocina (qué paranormal aquella estancia bristoliana del 'Full Moon') y la pasta de dientes puede borbotear de calor (maldito verano en Vallecas y sin aire acondicionado). Ya estoy instalada en el que, de momento, será algo así como mi casa y no podría quejarme de no ser porque su situación estratégica, hace que los 40 grados de la calle den gusto (y del bueno) comparado con entrar a mi cuarto. Juraría que hasta se me ha evaporado la celulitis. Así las cosas, mi mini compañero felino de dos meses y yo nos paseamos por los pasillos maullando él y casi arrastrándome yo, mientras rogamos al inclemente Dios que nos de una tregua. Curiosa mi relación con los gatos. Desde hace años son mis animales favoritos y quien no haya tenido uno, no sabe lo equivocado que está el imaginario colectivo sobre ellos. En esta ocasión, este señor miau venía incorporado con el piso, pero como la dueña está de vacaciones, él ha olido que por mis venas latía sangre de una sucesora de Catwoman, y no se separa de mi ni a la hora de dormir. Momento en el que no tiene reparo alguno en meterme un poquito más de 'caló' a modo de almohada peluda. Y así andamos los dos, sigilosos, felinos, derretidos, yo bebo agua helada y le pongo un poco. Nos miramos y nos comprendemos, el viene de la calle, yo ya ni se de donde vengo. Va a ser un mes de julio muy largo. Por fin he encontrado un motivo para ser ambiciosa: quiero el mejor aire acondicionado del mercado.
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