12 dic 2012

El balance de las velas

No me gusta mi cumpleaños, ese que se viene acercando a la vuelta de la esquina. Desde hace años. No se en qué momento dejó de hacerlo, pero debe ser por aquello de que toca hacer balance junto con el final de año y a veces, la balanza no se inclina mucho a tu favor. Recuerdas a la gente que pasó por tu vida y por las más diversas razones ya no está en ella, te preguntas cuándo volverás a escuchar el ajetreo de una redacción (y en este punto añado, a la que no lleguen solo malas noticias), te preguntas si estar perfeccionando un inglés con acento 'bristolian' y que te hace parecer una cantante trasnochada te servirá de mucho. Además, te estrellas con la realidad de que últimamente no sabes apenas nada de España porque ni te atreves a mirar la prensa (por aquello de que no te hierva la sangre y el alma).
 Y luego está "lo otro". Sí, lo mire como lo mire voy dejando muchos años atrás, por más que mi pavo y mis despistes inviten a pensar lo contrario. En UK con 23 primaveras estás cargada de críos y recibiendo los 'benefit', mientras tu marido se emborracha viendo 'The X Factor' o jaleando a los 'hooligans' de turno. "¿Cuántos hijos tienes?" me dicen por aquí. "Ay! la verdad es que por una cosa o por otra lo he ido dejando, no me ha venido bien nunca" me entran ganas de contestarles. Pero sonrío educadamente y digo "eso, a partir de los 25". Que me conservo estupendamente.
Quizás se me pase el arroz, quizás ya debería tener una hipoteca a 215 años, tres mocosos y un trabajo de oficina de ocho a tres (esto último es más por imposibilidad que por otra cosa, que no está el tema para chulearle al trabajo). Pero tengo mucho más. Cuesta a veces no olvidarlo, especialmente cuando maldices no poder estar compartiendo anécdotas con tus amigos de siempre y con tu familia o que el Guadalquivir y mis sueños de una casa a sus orillas quede (aún) lejos .Pero Roma no se ganó en una batalla, así que a coger aire y a soplar otro año más. Y que venga 2013, que no le tenemos miedo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario