28 oct 2015

¿Es que no somos ya suficientes fantasmas en el mundo?

Hoy me he levantado riéndome de mi misma. Ayer llegué a casa alucinada de nuevo por situaciones que ya deberían ser más que cotidianas. Pero debe ser parte de mi encanto, esa capacidad de asombro continua que nunca pierdo. Estamos a la vuelta de la esquina de una fiesta anglosajona como pocas, 'Halloween' y mientras todos los británicos corren a por sus disfraces, yo querría preguntarles ¿es que no somos ya suficientes fantasmas en el mundo?. Y por favor, antes de etiquetarme de aguafiestas veniros a conocer esta cultura unos cuantos añitos, y luego me contáis. A poco que tengáis ADN latino u español compartiréis algunas de mis opiniones.  Pero no os niego que la noche promete, si de por sí tienes espectáculo etílico garantizado cualquier día pasadas las cinco de la tarde (no os engañéis, la victoriana hora del té  ya pasó a mejor vida), imaginaros lo que puede ocurrir si se esconden bajo una máscara.... eso sí que da miedo, y mucho.
Pero mi asombro también me ha enseñado unas cuantas cosas. Siendo de natural despistadilla y olvidadiza (abstenerse de hacer comentarios los que me conocéis) sin embargo, hay enseñanzas que recordaré siempre y que podré aplicar allá  donde vaya. Se me ocurre por ejemplo un hipotético encuentro con ese señor tan majo, ese españolito relacionado (virtualmente) con los trabajadores, un tal Juan Rossell...ese para el que nunca son suficientes el número de horas de trabajo (ajenas claro), ni nunca es suficientemente bajo un salario (ajeno también, huelga decir).
Ahora y tras mi paso de cuatro años en el país de la doble moral, podría ir y decirle sin pestañear todo lo que pienso sin soltar más que una interminable listas de adjetivos positivos y encantadores. Podría decírselo además en inglés, pero dudo que me entienda. Y como con él con tantos otros....
Y es que las máscaras no conocen fronteras, así que plantaros la vuestra y pasad una divertida noche de los muertos vivientes.