18 ene 2014

Sin batas blancas para todos

Mi amiga María, alias 'La Húngara', aunque ella cantar cante bien poco, se ríe cada vez que le digo que la próxima vez que deje Bristol será para no volver. O hacerlo, si acaso, de vacaciones. Razones para dudar no le faltan, pero yo lo pienso en serio. Otra cosa es que España esté tardando un poco más de lo que nos decían en salir del agujero. Que de eso, ya lo sabemos, no tiene la culpa nadie. 
Pero ella no acaba de entenderlo, e incluso Marbella se le antoja un paraíso donde todo es posible y al que quiere mudarse y buscar un trabajo una vez ahorre lo suficiente (pese a que no hable una palabra de español). Pero bueno, luego que no diga que no la avisé.
El caso es que aquí estoy de nuevo, con la misma incertidumbre que siempre y empezando a pensar que quizás eso de la inestabilidad sea ya mi sino. Ayer, mientras estaba embobada viendo dar vueltas a mi ropa, en una de esas secadoras industriales situadas en uno de esos cuartos que aparecen en toda película americana que se precie, presencié un diálogo muy representativo.
Dos chicas españolas, cesta en mano, entraron a la lavandería y tras echar sus monedas se sentaron a mi lado.
“-Entonces, ¿cuánto te van a pagar en el nuevo trabajo?
-Pues tía, lo de siempre, el mínimo.
-¿Y hablando inglés como lo hablas y con el doctorado, por qué no sigues buscando?-
-Lo hago, pero mientras tendré que comer..
-¿Y qué pasó con la plaza que te ofrecían en Valencia?
-Pues más de lo mismo, que al final no hay dinero, y menos para investigaciones."

Me quedé pensando. La noche anterior, el informativo había explicado que España es el destino Europeo preferido por los jubilados extranjeros y el quinto a nivel mundial. Un pais que recibe miembros de la tercera edad a mansalva y que exporta en igual cantidad a sus jóvenes . La diferencia es que los primeros desembarcan para tomar el sol, relajarse y disfrutar de la buena vida con la garantía de un tratamiento muy barato para sus achaques y los segundos lo hacen para ganarse el pan y ahora siendo amenazados con la retirada de la Seguridad Social.

Pues más de uno tenía que caer enfermo de malaria, no?.